Nueva legislación para presentaciones
May 27, 2010¿Puede exponerse una presentación de 30 minutos sin transparencias ni discursos escritos?
marzo 3, 2010Esta mañana he asistido al seminario Ley de Economía Sostenible: derechos, obligaciones y libertades en Internet, organizado por la Cátedra UPM Applus de Seguridad y Desarrollo de la Sociedad de la Información. El seminario contaba con ponentes de lujo, de un elevadísimo nivel, entre ellos Víctor Domingo, de la Asociación de Internautas, y Carlos Sánchez Almeida, del Bufet Almeida.
Estaba yo como siempre con un oído a lo que se decía y con un ojo a cómo lo decían. Desde el punto de vista de las presentaciones, me ha llamado la atención el hecho de que tres de los cuatro ponentes han realizado su intervención de 30 minutos ¡sin usar transparencias ni leer discursos escritos! Algo verdaderamente sorprendente en nuestro mundo sometido por PowerPoint. Los ponentes han hablado desde el corazón, con sinceridad y aplomo, siguiendo un hilo argumental claro, exhibiendo un dominio absoluto del tema y una gran pasión.
¿De verdad necesitamos PowerPoint para presentar?
Uno puede encontrar por Internet recomendaciones sobre cómo hacer una presentación, en la que podemos encontrar despropósitos como los siguientes:
- Una transparencia debería tener no más de 7 líneas y no más de 7 palabras por línea: o sea, 50 palabras por transparencia, sin contar el título. ¿No sería mejor ninguna línea?
- Una presentación debería tener un número de transparencias igual a la duración en minutos de la charla dividida por tres: esto es, para una charla de 30 minutos un total de 10 transparencias, aunque no me queda claro si la de título y las de despedida entran en la cuenta o no.
Cuando en mis cursos y seminarios me preguntan por el número recomendable de transparencias en una charla, para provocarles, les respondo: una o ninguna. Mi intención es poner de manifiesto la absurdidad de querer someter a reglas el número de transparencias, como si una presentación fuera un cuerpo de geometría euclidiana. ¡No! Una presentación es un acto vivo. La única regla es que no hay reglas.
Si te conformas con la mediocridad, si quieres agradar discretamente, si no quieres llamar la atención, sigue reglas como las anteriores. No cometerás errores, tus presentaciones pasarán sin pena ni gloria y serán olvidadas por la audiencia tan pronto se apaga el eco del cortés aplauso. Si quieres suscitar la admiración y ser recordado, ¡rompe las reglas!
La primera regla que puedes probar a saltarte es que para presentar hay que usar PowerPoint.
Se puede hacer una excelente presentación sin usar PowerPoint
De hecho, me atrevería a afirmar lo siguiente: las pésimas transparencias que utilizan muchos oradores deslucen su discurso. ¡Estarían mucho mejor sin ellas! Un error muy común consiste en utilizar PowerPoint “porque todo el mundo lo usa”. Un gran orador con malas transparencias puede terminar dando una pobre impresión. Y la presentación de un mal orador nunca será brillante por muy buenas que sean sus transparencias.
Las buenas transparencias pueden ser el mejor aliado de un buen presentador, como muestro en el siguiente gráfico.
Pero si dominas tu tema, si sientes pasión por él, si no resulta crítico mostrar elementos visuales (gráficos, fotografías, diagramas), plantéate siquiera sea por una vez hablar sin transparencias. La naturalidad y el contacto con la audiencia que ganarás así no tienen parangón.
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¿Alguna vez has presentado sin transparencias? ¿Te sientes inseguro sin ellas? ¿Crees que sería un desastre? Comparte tus experiencias con el resto de lectores.
El escándalo Sokal o cómo hablar durante horas sin tener nada que decir
febrero 11, 2010En 1996 el profesor de física de la University College London, Alan Sokal, publicó el artículo de corte pseudocientífico “Transgredir las fronteras: hacia una hermenéutica transformadora de la gravedad cuántica” en la revista de estudios culturales posmodernos Social Text. El texto fue ufanamente celebrado por sus editores como el reconocimiento del posmodernismo y de sus máximas por parte de un científico de probada reputación. El mismo día de la publicación del artículo en Social Text, apareció otro artículo firmado por el propio Sokal en la (hoy difunta) revista Lingua Franca, revelando que el primero no era más que una superchería científica, una mera sarta de tonterías y estupideces apoyadas por numerosas citas elegidas al azar de entre los gurús del posmodernismo, en suma, una broma destinada a demostrar que la revista carecía de rigor y aceptaba cualquier sandez teñida de posmodernismo, lo cual no dejaba de ser una crítica feroz al propio posmodernismo encarnado por espíritus de oscura prosa como Lacan, Derrida o Irigaray, demostrando así en un golpe magistral al estúpido su propia estupidez.
Cómo hablar durante horas sin tener nada que decir
Por desgracia, con triste frecuencia encontraremos imposturas intelectuales disimuladas bajo una jerga confusa y farragosa en todos los ámbitos de la vida, siendo la política tal vez el más destacado de todos ellos.
Para aquellos que necesiten en una ocasión dada hablar durante horas y no tengan nada que decir, he rescatado este generador automatizado de discursos que encontré hace muchísimos años en uno de los primeros números de la revista Emprendedores. Se empieza en cualquier fila de la primera columna y se continúa por cualquier fila de las columnas siguientes.
¡Felices hueros discursos!
I | II | III | IV |
Queridos compañeros | la realización de las premisas del programa | nos obliga a un exhaustivo análisis | de las condiciones financieras y administrativas existentes |
Por otra parte, y dados los condicionamientos actuales | la complejidad de los estudios de los dirigentes | cumple un rol esencial en la formación | de las directivas de desarrollo para el futuro |
Así mismo | el aumento constante, en cantidad y extensión, de nuestra actividad | exige la precisión y la determinación | del sistema de participación general |
Sin embargo, no hemos de olvidar que | la estructura actual de la organización | ayuda a la preparación y a la realización | de las actitudes de los miembros hacia sus deberes ineludibles |
De igual manera | el nuevo modelo de actividad de la organización | garantiza la preparación de un grupo importante en la formación | de las nuevas proposiciones |
La práctica de la vida cotidiana prueba que | el desarrollo continuo de distintas formas de actividad | cumple deberes importantes en la determinación | de las direcciones educativas en el sentido del progreso |
No es indispensable argumentar el peso y la significación de éstos problemas, ya que | nuestra actividad de información y de propaganda | facilita la creación | del sistema de formación de cuadros que corresponda a las necesidades |
Las experiencias ricas y diversas muestran que | el reforzamiento y desarrollo de las estructuras | obstaculiza la apreciación de la importancia | de las condiciones de las actividades apropiadas |
El afán de organización, sobre todo | la consulta con los numerosos militantes | ofrece un ensayo interesante de verificación | del modelo de desarrollo |
Los superiores principios ideológicos condicionan que | el inicio de la acción general de formación de las actitudes | implica el proceso de reestructuración y de modernización | de las formas de acción |
Incluso bien pudiéramos atrevernos a sugerir que | un relanzamiento específico de todos los sectores implicados | habrá de significar un auténtico y eficaz punto de partida | de las básicas premisas adoptadas |
Es obvio señalar que | la superación de las experiencias periclitadas | permite en todo caso explicitar las razones fundamentales | de toda una casuística de amplio espectro |
Pero pecaríamos de insinceros si soslayásemos que | una aplicación indiscriminada de los factores confluyentes | asegura en todo caso un proceso muy sensible de inversión | de los elementos generadores |
Por último, y como definitivo elemento esclarecedor, cabe añadir que | el proceso consensuado de unas y otras implicaciones concurrentes | deriva en una directa incidencia superadora | de toda una serie de criterios ideológicamente sistematizados en un frente común |
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¿Conoces otras imposturas semejantes? ¿Has presenciado alguna vez a alguien hablando sin decir nada?
Hoy más que nunca saber hablar bien es una necesidad
noviembre 16, 2009“En el principio era el Verbo”.
— Jn I, 1
Vivimos en un mundo de palabras. Nos comunicamos fundamentalmente a través del habla. Y quien sabe comunicar bien tiene ganada una importante ventaja en su quehacer profesional, político, académico, económico o social. Un buen discurso es la clave del éxito.
El Instituto Cervantes ha publicado el libro “Saber hablar”, una pequeña joya para todo aquel interesado en aprender a hablar bien. El libro examina pormenorizadamente las características de los buenos discursos orales (capítulo 1) teniendo en cuenta su adecuación a la situación de comunicación y a los oyentes, la corrección gramatical y léxica (capítulo 2), la claridad en las ideas (capítulo 3) y en la expresión (capítulo 4), el uso de lo extraverbal y de los elementos externos (capítulo 5), el mantenimiento de las relaciones interpersonales, la cortesía verbal (capítulo 6), todo ello ejemplificado más tarde sobre distintos géneros discursivos pertenecientes, por un lado, al ámbito académico-científico y profesional, tanto de carácter monológico, los discursos expuestos por una persona (capítulo 7: conferencias, charlas, exámenes, oposiciones, defensa de proyectos), como dialógico, realizados entre dos o más interlocutores (capítulo 8: reuniones de trabajo, debates, mesas redondas, coloquios, entrevistas de trabajo), y, por otro lado, el ámbito social (capítulo 9: presentaciones, inauguraciones, aperturas, clausuras, brindis, agradecimientos, alabanzas).
“Saber hablar” ha sido firmado por seis autores, procedentes del mundo académico, con un brillante currículum en lengua, literatura, filología y comunicación. Poniéndonos en sus manos aprenderemos los secretos de un buen discurso:
“El buen discurso es el que logra ser eficaz y eficiente desde el punto de vista comunicativo mediante la corrección gramatical, la adecuación a la situación de comunicación, a las características y reacciones de los interlocutores, al tiempo justo; es también aquel que de antemano responde a unas ideas claras, es claro en la expresión de los contenidos y sabe establecer y mantener las relaciones con el otro. El saber hablar bien es un saber estratégico, tanto desde el punto de vista lingüístico como social. Por tanto no se adquiere, no se hereda, sino que se aprende.”
En este libro encontrarás algunas de las claves que te ayudarán a expresar mejor lo que piensas, a precisar las ideas, a relacionar el contenido del tema con su expresión y a aplicar las técnicas de revisión y corrección de la presentación oral.
Una obra imprescindible para aprender a hablar bien y sacarle todo el partido a tu discurso.
FICHA TÉCNICA
Autores: Antonio Briz, Marta Albelda, María-José Fernández, Antonio López Hidalgo, Raquel Pinilla, Salvador Pons
Título: Saber hablar
Editorial: Aguilar
Páginas: 270
Año: 2008
Lo mejor: Cubre todos los aspectos del buen discurso, aportando claves e ideas fundamentales para mejorar nuestra comunicación.
Lo peor: El lenguaje utilizado, muy académico, puede resultarle árido a los lectores que no estén acostumbrados a los textos universitarios.
Dónde comprarlo: Casa del Libro :: Amazon.com :: Amazon.es
16 preguntas que deberías hacerte para clarificar la idea central de tu presentación
octubre 20, 2009“Si dices tres cosas, entonces no dices nada.”
—James Carville, asesor de Bill Clinton durante su campaña presidencial en 1992
Los mejores discursos y presentaciones están construidos en torno a una idea: una única, buena idea capaz de cambiar la manera como la gente vive, piensa o actúa. La mayoría de las presentaciones fallan incluso antes de empezar, porque no dedicamos el tiempo suficiente durante la fase de planificación a meditar sobre la idea central que deseamos transmitir. Nuestro problema no suele ser la escasez de ideas que contar, sino que volcamos demasiadas y terminamos oscureciendo la idea central, hasta el extremo de que mucha gente saldrá de la sala preguntándose: “¿qué me querían contar?”.
Christopher Witt, autor del libro “Real Leaders Don’t Do PowerPoint”, nos proporciona una lista de 16 preguntas que todos deberíamos hacernos y dedicar tiempo a responder antes de abrir PowerPoint y crear la primera transparencia.
1. ¿Cuál es la esencia de la idea? ¿Cómo la resumirías en una sola frase?
2. ¿Qué única cosa necesita conocer la audiencia más que nada?
3. ¿Qué te sorprendió cuando estabas investigando o documentando el tema? ¿Qué encuentras aún intrigante?
4. ¿Qué anécdota o metáfora capta la esencia de la idea? ¿A qué objeto o acción se parece tu idea?
5. ¿Dónde está el conflicto? ¿Qué tipo de conflicto (de ideas, de sucesos, de personas) causó esta idea en primera instancia? ¿Qué conflicto referencia esta idea? ¿Qué conflicto genera o generará?
6. ¿Puedes ponerle cara a la idea? ¿Existe alguna persona asociada con la idea? ¿Ilustra la idea la vida, el trabajo o la historia de alguien? ¿Quién se ve afectado, positiva o negativamente, por la idea?
7. ¿Puede una cita articular esta idea?
8. ¿Cuáles son los elementos centrales de esta idea y cómo se conectan o interactúan?
9. ¿Cuál es la forma de la idea? Si tuvieras que dibujarla sobre una servilleta o sobre una pizarra, ¿qué parecería? ¿Un diagrama de flujo, círculos concéntricos, una escalera, un camino tortuoso, una pirámide, fuerzas en oposición?
10. ¿Cuál es tu punto de vista? ¿Estás a favor o en contra? ¿Eres un escéptico o un creyente?
11. ¿Qué problema soluciona la idea? ¿Qué problema causa? ¿Quién se ve afectado por el problema o por su solución?
12. ¿Qué objetivo alcanza la idea?
13. ¿Cuál es la historia de la idea? ¿Cómo ha sido articulada en el pasado? ¿Cómo ha evolucionado la idea a lo largo del tiempo?
14. ¿Cuál es el suceso central de la idea? ¿Qué hechos dieron lugar a la necesidad de la idea o proporcionaron el conocimiento y percepción que condujeron a la idea?
15. ¿Cuál es el proceso de la idea? ¿Qué condujo a la idea? ¿Cómo se ramifica la idea? ¿Cuáles son las implicaciones futuras de la idea?
16. ¿Qué cuestiones plantea la idea o deja sin responder?
Dedica tiempo a plantearte estas preguntas antes de empezar a crear la primera transparencia y comprobarás cómo tus presentaciones ganan infinitamente.
(Adaptado de la entrada Questions to Ask Yourself con el amable permiso de Chris Witt)
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Los TED mandamientos: reglas que todo presentador debe obedecer
septiembre 10, 2009Posiblemente las mejores conferencias del mundo tienen lugar en TED. Allí se dan cita algunos de los personajes más relevantes del panorama científico, tecnológico y artístico mundial. La calidad de la mayoría de las presentaciones es extraordinaria a todos los niveles: planificación, estructura, diseño y exposición. Si quieres aprender cómo ser un gran presentador, estudia esas presentaciones.
Cuando un conferenciante es invitado a TED recibe una tableta de piedra con los “TED mandamientos” grabados en ella, al más puro estilo bíblico hollywoodiense.
A continuación proporciono una traducción de los mismos, que seguramente constituirán una fuente de inspiración para todos en nuestra próxima presentación.
Los TED mandamientos
- No mostrarás una y otra vez tu truco habitual.
- Soñarás un gran sueño o comunicarás una nueva cosa maravillosa o compartirás algo que nunca antes había sido compartido.
- Revelarás tu curiosidad y tu pasión.
- Contarás una historia.
- Comentarás libremente las declaraciones de otros ponentes por el bien de la bendita conexión y exquisita controversia.
- No ostentarás tu ego. Serás vulnerable. Hablarás de tus fracasos así como de tus éxitos.
- No venderás desde el escenario: ni tu compañía, ni tus productos, ni tus escritos, ni tu necesidad imperiosa de subvención, so pena de ser arrojado a las tinieblas.
- Recordarás en todo momento: la risa es buena.
- No leerás tu discurso.
- No robarás el tiempo de los que te suceden.
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Pautas para ensayar tus presentaciones
abril 27, 2009En la entrada anterior examinamos algunos de los valiosos beneficios de ensayar antes de una presentación. Veamos a continuación algunas pautas para sacarles el máximo provecho a estos ensayos, inspiradas en los consejos de Javier Reyero en su libro “Hablar para conVencer”.
No valen los ensayos mentales
Ensayar no es sentarte delante del ordenador y repasar mentalmente qué es lo que dirás delante de cada transparencia. Eso no vale para gran cosa, excepto para engañarte a ti mismo. Ensayar significa ponerte de pie y repetir en voz alta palabra por palabra la idea o ideas asociadas a la transparencia como si estuvieras en el día de la presentación delante de la audiencia. El ensayo debe llevarte el mismo tiempo que la presentación final. Sólo así podrás entre otras cosas medirte el tiempo y saber si te pasas o te ajustas a los límites. Y recuerda que es una buena idea no agotar más del 80% del tiempo asignado.
No dejes nada al azar
Especialmente cuando tu presentación incluye elementos multimedia o demos, es muy importante que ensayes bien todo antes: los vídeos funcionan; el audio se oye bien; los programas se ejecutan sin problemas; los tamaños de letra pueden leerse, en caso contrario utiliza una herramienta de zoom; si llevas aparatos para demos, tales como teléfonos móviles, routers, cámaras de vídeo, antenas, o lo que sea, todos funcionan correctamente y tienen batería; etc. Por supuesto, debes probarlo todo antes en la propia sala donde realizarás la presentación.
Repasa las transparencias hasta memorizar los puntos importantes
Se ha insistido en infinidad de ocasiones sobre la idea de que las transparencias no deben contener todo el texto de tu discurso, porque en tal caso terminarás leyéndolas y la audiencia desconectará inmediatamente. En su lugar, cada transparencia debe ser simple, conteniendo una sola idea a poder ser, con poco texto, predominando el elemento visual. Evidentemente, cuanto menos texto aparece en la transparencia, mejor tienes que conocer tu material. Ensayando te asegurarás de que sabes qué decir ante cada transparencia, sin olvidar nada. Recuerda: las transparencias son un apoyo para tu discurso, no los protagonistas de la presentación. El protagonista eres tú. El público quiere verte a ti. Para ver unas transparencias, se queda leyéndolas en su casa.
Practícalo todo
No basta con sentarte delante del ordenador y «cantar» el discurso correspondiente a cada transparencia. El ensayo será mucho más beneficioso si lo practicas todo:
- La voz: ritmo, cadencia, volumen, entonación, etc.
- La mirada: siempre mirando al público a los ojos.
- Los gestos y el movimiento de las manos: ante todo, naturalidad.
- Las pausas entre transparencia y transparencia y en puntos clave del discurso.
- La posición y los desplazamientos por el escenario.
- El uso de objetos como presentadores remotos, punteros láser, notas, etc.
- Las improvisaciones: anécdotas, historias, chistes, símiles, etc.
- El tono del discurso: entusiasta, autoritario, apasionado, sereno, etc.
Grábate en vídeo
La mejor manera de comprobar que estás haciendo correctamente el ensayo y de detectar posibles errores es grabarte en vídeo. No encontrarás mejor maestro para el arte de presentar.
Ensaya con compañeros
Mejor aún si conocen el tema de la presentación. Ellos pueden señalarte fallos en tus argumentos, en la estructuración de los contenidos, en el diseño de tus transparencias y en la exposición. Debe primar la sinceridad y honestidad: que te digan siempre la verdad, sólo así sus comentarios te serán de ayuda.
No ensayes el mismo día de la presentación
Ya es demasiado tarde para corregir nada y sólo serviría para ponerte nervioso si descubres fallos. En su lugar, relájate.
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